viernes, 17 de septiembre de 2021

DESAHUCIOS EN EL CEMENTERIO DE ALHAMA

 

Por motivos no muy agradables, pero a la vez naturales en la propia existencia del ser humano, solemos visitar los cementerios. Desde hace unos años, he observado que en bastantes sitios o lápidas del cementerio ponen unas pegatinas de color verde donde indica “LIBRE”, informando al visitante que está libre para poder ocuparlo, aunque muchos de ellos están ocupados por sus dueños y, a pesar de haberse adquirido en propiedad perpetua, se les puede “desahuciar” para que quien quiera perturbe su descanso, los saquen de su morada y se meta a otros inquilinos nuevos.

 


 Como sabemos, cuando hablamos de desahucios imaginamos a personas o familias que por orden judicial son sacados de las viviendas donde están residiendo, por diversos motivos, pero los habituales son por no terminar de pagar su vivienda o el alquiler de ella. Y en la mayoría de los casos suelen haber personas u organizaciones que les ayudan a buscar una solución para intentar que se queden con la misma vivienda, casos estos donde no ocurre lo mismo.

 

Durante el periodo de vida de cada uno de nosotros, en muchas ocasiones solemos comprar en propiedad lo que consideramos nuestra última residencia, es decir, nuestra última casa donde reposaremos, o por lo menos con esa intención es con la que se realiza la compra de un sitio en el cementerio. En la actualidad suele ser en alquiler, pero también los hay en propiedad perpetua.

 

De hecho, en los actuales estatutos del cementerio de Alhama, se indica en su artículo 6.3: “Las parcelas para la construcción de panteones, fosas, nichos y columbarios: se otorgan por tiempo indefinido o “a perpetuidad”. Por lo tanto, cuando compras un sitio en este cementerio, se adquiere a perpetuidad para ti o tus descendientes y, de hecho, así consta también en los diversos documentos o recibos que se dan cuando se compra dicho sitio, inclusive, hasta no hace mucho tiempo, también se indicaba en las partidas de defunción si el difunto tenía el sitio del cementerio adquirido a propiedad perpetua.

 

Así fue el caso por ejemplo del matrimonio de D. Sixto Zamora y Quetenti y su esposa Dª. Isabel Hermosa Espejo y Aledo, los cuales no tuvieron hijos, teniendo su lugar de descanso a perpetuidad. Sin menoscabar la personalidad e influencia de Isabel en la propia sociedad alhameña. D. Sixto fue notario de la Villa de Alhama desde 1872 hasta 09/12/1901, fecha en la que falleció este último, fue persona ilustre e importante no solo en la población de Alhama. Teniendo noticias de él, mediante su implicación en temas tanto de ámbito religioso como culturales. Acompañaron al féretro numerosísimo público de la localidad como de poblaciones vecinas y también procedentes de Madrid y Canarias, reflejándose en una amplia nota de prensa en el Heraldo de Murcia, el 12/12/1901. En uno de sus párrafos hablando de los portadores del féretro se dice:

  

DESDE ALHAMA

Procedentes de Canarias y Madrid respectivamente, se encuentran entre nosotros nuestros queridos amigos don Jerónimo Lorenzo y D. Ángel Martínez.

 Ayer á las diez de su mañana tuvo lugar el entierro del notario de esta localidad, D. Sixto Zamora Quetenti; en la presidencia vi á D. Miguel Vivanco García, D. Francisco Artero Sánchez, D. Miguel Sánchez Fuertes y á continuación D. Ginés Vivancos, D. José María Andreo, D. Felipe Andreo, don Roque Sánchez, D. José de Javaloy, D. Rodolfo Vivancos, D. Juan Beneyto, D. Benigno Sánchez Hermosa, don José Albacete, D. Jose María, D. Facundo y D. José Maurandi, D. Francisco Cerón, D, Félix Artero, D. Cesáreo López Campos, D. Simón Campos, D. Roque Javaloy, D. Antonio Sanz Ferragut, D. Vicente Vidal Abarca, D. Antonio Sanz, D. Francisco Chápuli, D. Lucio López, D. Juan Martínez, D. Amato Rodríguez Molinero, D. Antonio López, D. Francisco Albacete, D. Juan Cánovas, D. Miguel López, don Miguel Ramírez, D. Salvador Tomás, D. José María Martínez, D. Pedro Cánovas, Andrés López, D. Jerónimo Lorenzo, D. Alfonso Guirao, D. Ignacio Vivancos, D. Cristóbal Galián, don Ángel Martínez, D. Francisco Mayordomo y otros muchos;

 Las cintas las llevaban D. Francisco Angosto, don Francisco Romero, D. Rosendo Guillamón y D. Miguel Martínez.

 Acompañamos en la pena que en estos momentos aflige á su distinguida familia, y rogamos á los lectores una oración por el alma del finado.”

 

 

    Imagen del nicho de Isabel Hermosa

  

 Imagen del nicho de Sixto Zamora

 

Pero lo que creían Sixto e Isabel que sería su última y definitiva morada, en la actualidad está a la reventa, inclusive con inquilinos pues, no habiéndoseles sacado de dicha “casa” se ha puesto a la venta, para que quien quiera perturbe su descanso, los saquen de su morada y se meta a otros inquilinos nuevos sin consentimiento y menos aún sensibilidad.


 Otros ejemplos de ello, sin querer dejar de señalar a los muchos vecinos o familias que tienen esa pegatina, mencionaremos los desahucios y/o reventas que se pueden o, mejor dicho, se van a ejecutar en las tumbas de:

 Los padres del famoso D. Simón García García, este último académico doctorado en Filosofía y Letras entre otras titulaciones, personaje que llegó a relacionarse con Emiliano Castelar, presidente de la primera república, por ser este profesor de Simón. Tiene el tal Simón una calle dedicada en Alhama y otra en Murcia. En la piedra de dicho nicho, se marca símbolos de la representación de la “Santa Muerte”, entre ellos una lechuza o búho, una guadaña, la calavera y la Cruz tumbada, entre otras simbologías como la representación del terreno donde sería enterrado, delimitado por dos árboles cipreses.

  

Imagen del nicho de los familiares de Simón García García

 

O la de la familia del pintor Manuel Wssel de Guimbarda. La obra de éste pintor puede contemplarse en el Museo de Bellas Artes de Murcia, en la colección Bellver de Sevilla y en el Museo Carmen Thyssen Málaga. En Alhama tenía una casa de campo y dejó un Sagrado Corazón de María que se conserva en la parroquia de la Concepción. Como información inédita y curiosa, adelantaré que en dicho sitio se encuentran enterrados los cuerpos de Dª Rosario Lizana Wessel, hija de José Lizana y Mª Antonia Wssel, nieta, por tanto, de Manuel Wssel (pintor) y Adela Angosto. y otro es el de la propia Dª Adela Angosto abuela de la respectiva, la finada era a su vez mujer de Isidro Fontela.

 

 

Imagen del nicho de Rosario Lizana Wssel

 

Con estas acciones, además de usurpar el descanso de los difuntos, vamos quitando físicamente la última dedicatoria que se les hace, con mayor o menor expresión artística o arquitectónica, pero con mucho cariño y afecto. Se consigue también que, poco a poco quedemos en el olvido y todos los actos que hicisteis por tu familia, pueblo y por la sociedad en general, se pierdan o diluyan en el tiempo, todo esto forma parte de una vida y representa también la memoria e historia de un pueblo, porque, la historia del mismo es la vida de las personas que en él confluyen, pudiendo quedar en el olvido más absoluto y eliminando una parte muy importante de nuestras raíces e identidad. En el momento que se extrae a una persona de su lecho de muerte, de su lugar de descanso, estamos matando una parte de toda nuestra cultura, de nuestra sociedad, de nuestros valores, de nuestra historia, de nuestras tradiciones y de nosotros mismos. Se elimina con ello una de las representaciones y piezas claves de nuestra memoria colectiva heredada de nuestros antepasados, transmitida a través de sus vidas y vivencias. Expresiones y valores materiales e inmateriales que no imaginaban, ni imaginamos que, unos años después, con esas acciones de desahuciados, destrucción y mancillamiento de ese sitio, ayudaría a que pasáramos al olvido.

 

Isabel C.


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