Aprovechamos este
artículo, para hacer alusión a un objeto como son “LAS CARTAS”, las cuales
tienen una historia propia, que ha servido para dedicarle un museo. Y la
suficiente antigüedad, como para formar parte a su vez de nuestra Historia,
pues ellas han estado en numerosas mesas donde se decidía entre otras cosas, el
destino de numerosos bienes materiales e inclusive de la vida de personas.
Librilla no era menos, y en
1337, contaba entre otros servicios, con una “tafurería” en donde se desarrollarían entre otros, los juegos de cartas.
En 1331 los estatutos de la orden de caballería de la Banda, prohibían a los caballeros, jugar a los naipes (cartas). Y en 1337, Juan I de Castilla, dictaba la prohibición de ese juego.
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