jueves, 3 de septiembre de 2015

ERMITA DE BELÉN -1816-





Uno de sus principales inconvenientes por el lugar en donde está construida y por la calidad de sus materiales, eran los daños que podían provocar las fuertes tormentas que solían producirse por los meses de septiembre a octubre, sobre todo si provocaban riadas en esa zona.

En el año 1815, haciéndole falta un mantenimiento al edificio de la ermita de Belén, por el mes de septiembre se produjo un temporal en esta zona que hace que la rambla de belén, baje con un caudal lo suficientemente fuerte como para provocar numerosos daños tanto dentro como por fuera de dicha ermita. El Cura de la Parroquia del Palmar, ante tal siniestro solicitó ayuda para reparar dicha ermita al Cabildo.

El siguiente escrito publicado por Francisco Candel Crespo, nos reflejaba que para septiembre del siguiente año (1816) las obras habían terminado y se podía seguir con el culto y celebración en este lugar.


[ Muy Sr. Mío y de toda min consideración: Creyendo podría hacer un nuevo viaje a la Hermita de Nª Sª de Belén del Ptronato de V. S. I. a más de los tres que hice durante la obra que por su acuerdo se comenzó y concluyó en el año próximo, he retardado dar cuenta de su resultado para satisfacción de V. S. I., por la que me ha dado el Cura Párroco del Lugar del Palmar que me ha auxiliado mucho en la empresa, se ve que a más de los 4.000 reales de vellón que se decretaron para la obra, se han gastado 736 de los que 500 son dados por mí, 45 por mi compañero el señor don Francisco de Sales Castro y Lahutier, 93 por el mencionado Párroco y 32 por el actual ermitaño.

La ermita ha quedado buena para muchos años y a cubierto de las avenidas. Ella es antiquísima, como la imagen de su Título que es de escultura y a la que los vecinos profesan una tierna devoción y están persuadidos de que en los tiempos pasados se traía en Rogativas a la Catedral para lograr la lluvia; la cual tradición no carece de fundamento.

Posee la ermita, desde tiempo inmemorial una fanega de tierra, poco más o menos y en parte de ella hay cuarenta y tres olivos de regular tiempo y uno y otro árbol de higo y ha quedado el Ermitaño obligado a dar cuenta de su producto anual a fin de que se invierta en beneficio de la Ermita. Esta ha quedado en absoluto incomunicada de la cocina y alcoba del ermitaño. Se conserva en ella una lápida antiquísima de indulgencias concedidas por S. S. para ciertos días; y en la campana el nombre del señor Abellaneda, nuestro compañero de feliz memoria y en la fachada el blasón de Nª Iglesia. Si en tiempos mejores pudiere hacerse allí un aljibe, se aumentaría la población y la agricultura en todo el término.

Murcia 16 de Junio de 1816                          
Blas de Ostolaza ]
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-    ACADEMIA ALDONSO X EL SABIOFrancisco Candel Crespo.  La azarosa vida del Deán          Ostolaza”. Murcia 1981, pp. 182-183.

-   Jose Antonio Rubio Garcia. Mencionando Librilla. Referencias Histórico-Religiosas              (SS. XV-XIX), DL. 8-2012-895.


José Rubio
















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