Lo más probable es que esto
sea más una leyenda que otra cosa, Andrés Rubio era conocido en Librilla como: “El
tío ajo”. Al “Tío ajo” se le adjudican cosas que son inverosímiles.
Cuentan que fue a amarrar haces
de siega. Que vino un remolino que lo elevó por los aires junto a los haces de
mies. Y ahora viene lo más peregrino: ¡qué vio a la Virgen! Eso debió ser
cuando el remolino lo soltó y pegó en batacazo.
Pues cuando se daban
ventoleras de cierta importancia en Librilla, se solía decir que venía el
remolino del “Tío ajo”. Las ventoleras también son conocidas como: pelacañas.
Las cañas se frotan las unas con las otras y pierden las hojas.
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